martes, 31 de mayo de 2011

CONSULTORIO DÖCTOR PREPUZIO IX

Oscar De Manuel Adelantado Doctor prepuzio yo tengo una pregunta que creo que es bastante típica...
¿Que fue primero el huevo o la gallina?

Apreciado Oscar,
Aplicando mis vastos y dilatados conocimientos de biología genética, y pese a desechar la Teoría de la Evolución de Charles Darwin, puedo afirmarte tajantemente, que primero fue el HUEVO. Pero la verdadera pregunta es: ¿Quién puso el huevo? Mi hipótesis, injustamente censurada por la comunidad científica, se remonta a 5.000 millones de años. Fruto de las relaciones copulativas y adúlteras entre el hombre de Neandertal y una Velociraptor, se gestó un huevo. El huevo Kinder, nunca mejor dicho. La sorpresa que llevaba dentro era una atroz y pútrida criatura verde, con escamas, de ojos ictericiosos, arrugados y verrugosos, orejas puntiagudas como las de un orco, rebosantes de amargo cerumen, dos cabezas y un solo testículo. Se la llamó ‘dinopollo’.Con los siglos, y al igual que cualquier especie, evolucionó genéticamente hasta convertirse en el simpático y mugriento animalito que hoy conocemos como gallina.

Miquel. Dr Prepucio, para su próxim a entrega quiero me resuelva esta duda. ¿ Porqué separado se escribe todo junto y todo junto se escribe separado ?. Gracias

Apreciado Miquel,
Esto es algo más que una cuestión lingüística. La respuesta es aparentemente fútil, porque "todo junto" son dos palabras que significan dos cosas y “separado”  simboliza una única cosa. No obstante hay palabras que, aunque pudiera parecer que son dos, se escriben en una sola: adrede, bienestar, extraoficial…Y otras cuyos componentes se escriben siempre separados: a menudo, de balde, de repente… El por qué de este enigma gramatical… pues no tengo ni puta idea.
A través del tiempo, estas palabras se han ido cargando con una multitud de significados. Estudios realizados por prestigiosos arqueólogos, defienden que estos vocablos a los que haces referencia, son un mensaje satánico. Un anuncio zoroastrista. Una nota luciferaza. Un aviso belcebuniano, una advertencia leviatana. Efectivamente, si leemos al revés dichas expresiones: “ odarapes” y “ otnuj odot” las frasecitas acojonan. Literalmente estos enunciados significan “ Te voy a amputar el pene “ y “ mamarracho” respectivamente, en el extinguido idioma frigio. Es por ello que no es tan importante su composición gramatical como su significado.



sábado, 28 de mayo de 2011

EL TWISTER, AQUEL ORGIÁSTICO JUEGO


Ayer me emocioné.  Me enternecí con una sumisa sensación cálida en mi corazón. Un mar de sensaciones me invadió, haciéndome brotar de mis estrábicos ojos  pueriles lágrimas saladas.
Ordenando mi viejo trastero encontré, entre periódicos de antaño, polvo y telarañas, aquel juego que tanto me divirtió cuando apenas peinaba vello testicular: el Twister. Seguro que muchos de vosotros lo recordaréis con melancolía y algo de resquemor.
El ‘Twister’ también conocido en la lengua de Cervantes como ‘enredos’, era un satánico recreo jugado en una gigantesca malla plástica que era extendida en el suelo. El macrotapete era empleado como tablero de juego. Éste, estaba diseñado por cuatro líneas de enormes círculos multicolores con una tonalidad diferente en cada línea: rojo, amarillo, azul, y verde. Sin duda, una putada para los daltónicos. Una diabólica ruleta, a modo de dado, nos advertía qué extremidad de nuestro seboso cuerpo debíamos situar en el jodido lunar coloreado. El perverso rotatorio estaba dividido en cuatro secciones: pezuña derecha, zarpa izquierda, mano derecha, y palma izquierda, si bien existía por entonces la versión 'Twister XX' para los más osados, en la cual, la glándula genital masculina, era considerada como extremidad. La dinámica de aquel pérfido pasatiempo era sencilla: se accionaba la ruleta y posteriormente debíamos situar la extremidad premiada en el circulito seleccionado. “ Mano derecha en círculo azul”. Pues ale, como un gilipollas colocábamos la mano derecha en el lunar azulino. La ‘diversión’ comenzaba cuando entraban en el juego el resto de participantes y habían de mantener posturas acrobáticas y lascivas. Recuerdo que el manual de instrucciones aconsejaba practicar aquel orgiástico rompecabezas anatómico con más de cuatro jugadores: debido a la escasez de círculos coloreados, los participantes necesitaban a menudo ponerse en posiciones incómodas, obscenas, impúdicas y carnales, causando eventualmente la caída de alguien. Defendían por aquella época los pedagogos infantiles que dicho entretenimiento estimulaba la coordinación psicomotriz, potenciaba la expresión corporal e incitaba el desarrollo del lenguaje oral. Personalmente mi visión escatológica de este juego, difiere con creces de la opinión de aquellos ingenuos pedagogos. En aquella época yo era más de recitar soliloquios en hebreo. Pero la siniestra acumulación de los vientos malignos en el tracto digestivo y su posterior expulsión, el hedor nauseabundo de los pies y la tufarada axilar producto de la transpiración excesiva al realizar las acrobacias sobre el jodido tapete, son algunos de los vagos recuerdos que me vienen a la cabeza cuando de niño practicaba con este estúpido juego. Pero la auténtica finalidad de aquel tedioso pasatiempos, era la libertina excusa para restregarse, tocarse y frotarse lascivamente unos con otros, en lo que sin duda era, un  kamasutra infantil. 



miércoles, 25 de mayo de 2011

¡ABSOLUCIÓN PARA EL CIRUJANO PLÁSTICO DR. ERESMILDIO PREPUZIO!


El Dr. Eresmildio Prepuzio reúne en sí mismo tantos atributos, que todo él es pura adjetivación. A simple vista resulta un tipo obvio, vulgar, cateto, de rasgos físicos notorios, asombrosamente parecidos a un lemur caucásico y una soltura verbal que haría las delicias del entrevistador más perezoso. Pero solo es una coraza, la primera impresión. Tras este gran hombre de venas craneales del tamaño de tuberías de wáter, detrás este reputado doctor que esdrujula palabras, se halla un médico de intachable prestigio acusado de negligencia médica.
Muchas mujeres y, también hombres, sueñan con unos pechos grandes. Yo personalmente  tengo sueños eróticos reincidentes con el Vaquilla. Pero esto ahora no viene a cuento. Algunos trucos como el relleno con papel de periódico en el sujetador puede ayudar, pero el verdadero milagro lo obra la cirugía.  Y mi tío Eresmildo contribuye a conseguir los anhelos de estos infelices. Es un perito en la praxis de la cirugía plástica. Y ahora ha recibido una demanda por prácticas médicas indebidas e imprudentes.
Su ‘delito’, realizar el implante de pelo de muñeca a acomplejados alopécicos para huir de una condena social que señalaba la calvicie como una enfermedad de otros tiempos. Su fechoría: sanar el estigma de mujeres de senos pequeños, gente con nariz de gancho, varones con micropenes, hombres con pelos en la espalda y todas las infracciones estéticas que, pudiendo ser sostenidas por sus portadores, fueron subsanadas por la cirugía.
Los juicios por mala praxis se han convertido en un provechoso recurso de subsistencia para muchos abogados ávidos de litigio, conocedores de las falencias del sistema.
El Dr. Eresmildio Prepuzio que asume la responsabilidad en un acto quirúrgico, que le somete al estrés de desplegar su arte sobre un paciente dormido, que se compromete con la lucha contra la enfermedad ajena, que desafía a la muerte sabiendo que no siempre triunfará y que acepta hacerlo por la vergonzosa remuneración que el sistema le asigna, ahora es un ruin incompetente, es negligente, torpe e inútil, es alguien que consume toda su inteligencia en el cadalso de su ofrenda personal hacia un prójimo que no le reconoce el esfuerzo. Agotada su paciencia, ya no puede ver que un error, aunque involuntario, le puede costar su patrimonio, su bienestar y su salud.
Sí. Eresmildio cometió un error. Un error humano. Un simple descuido de cálculo en la implantación de unos pezones a una decrépita muchachita que ansiaba parecerse a la Jolie. La jodida susodicha, al mejor estilo ‘Poncio Pilato’, ha demandado a mi querido tío por ‘mala praxis’.
El día en que ellos, los profesionales en el arte de curar, dejen de pensar tanto en el paciente, en su capacitación profesional a cualquier costo, en las instituciones para las que trabajan, y tomen conciencia de lo mucho que arriesgan en cada acto médico, ese día la atención médica del país se paralizará. 

¡¡Absolución para Eresmildio Prepuzio!!



domingo, 22 de mayo de 2011

CONSULTORIO DÖCTOR PREPUZIO VIII

Chus Mckornick Döktor cual es el sentido de la vida?Porque gritan los del futbol?Muchas gracias por anticipado y espero con gozo su pronta respuesta a este gran enigma.

Apreciado Chus,
El sentido de la vida es vivir. Y evidentemente, fornicar. Y no necesariamente por ese orden. Es mucho más sencillo de los que nos imaginamos. Los estadios de fútbol, y en concreto sus vesicantes butacas, están provistas de unos complejos artilugios electrónicos con forma cónica, fálica, parecidos a los consoladores femeninos. El cabrón del ‘speaker’, ante una jugada refutable, dudosa o polémica, activa el mecanismo de dicho aparatito, dotado de un motorcito de 5 CV, que vibra y se introduce verticalmente por la cavidad rectal del aficionado. Los consiguientes desgarros que produce este simpático dispositivo, provocan los gritos de los espectadores.

Carlos Bravo Prieto Hola Döctor Prepuzio, le planteo la siguiente  incognita que no consigo responder, aver si usted puede:
- ¿Por que se esterilizan las agujas para las inyecciones letales?

Apreciado Carlos,
La inyección letal es un método de ejecución que consiste en inyectar por vía intravenosa y de manera continua una cantidad letal de un barbitúrico de acción rápida en combinación con un producto químico paralizante. Los imperios se han vertebrado alrededor de esta falacia. Es la táctica utilizada por políticos y autoridades mundiales para azorarnos .Es un fraude. Un embuste. Contrariamente a la creencia popular, no se administran barbitúricos ni bloqueadores mioneurales. A los muy cabrones, les inyectan tres sustancias conjuntamente: Hemoal, bromuro de níquel ( ungüento para el macro desarrollo testicular) y cloruro de ununilio ( potente fármaco para el alargamiento fálico ). Una acción redundante encaminada aparentemente a asegurar una muerte rápida y humana. Pero no perecen. Las supuestas víctimas, son reclutadas por un ejército de híbridos supra evolucionados genitalmente que pretende gobernar el mundo y usurpar nuestras mujeres.


viernes, 20 de mayo de 2011

MEARSE EN LA PISCINA

Aunque el calendario anuncia que aún nos quedan tediosas semanas para el cambio oficial de estación, lo cierto es que en nuestras perversas cabezas ya estamos celebrando que dejamos atrás las jornadas de lluvia y que el buen tiempo ya está aquí. A partir de ahora el soberano de nuestros días será el sol: llega el calor, arriban los atardeceres sin fin, las pueriles historias de amor, las axilas atrozmente transpiradas y las cervezas con limón.
La cerveza es, sin duda alguna, la ‘bebida reina’ a la hora del aperitivo y una de las más consumidas durante los calurosos días de verano. Es una bebida natural que contiene una cantidad importante de hidratos de carbono, vitaminas y proteínas cuyo consumo responsable es beneficioso para la salud humana. La cerveza promueve la secreción de jugos gástricos, facilita la digestión y estimula el apetito.  Su consumo moderado provoca una disminución de la retención de agua y actúa como efectivo diurético.
Un reciente y apasionante estudio estadístico sobre las costumbres y hábitos de los europeos, refleja que sólo un 27% de los usuarios de las piscinas se orina dentro del agua y el 78% de los bañistas sospecha que sus compañeros de baño miccionan en la piscina. Es evidente, que el método estadístico empleado en  dicho estudio es, sin duda, inexacto. Probablemente las variables frecuencia marginal y asociación lineal (La que existe entre dos parámetros en los que el valor de uno cualquiera de ellos es función lineal (y = a+bx) del otro ), son erróneas.
Y es que...¿Quién no ha disfrutado alguna vez de este grato momento de relax?
Tod@s , TOD@S!!, nos hemos meado en alguna piscina para no tener que salir mojados a buscar unos aseos de dudosa limpieza. Baños desastrados, malolientes, repugnantes, desagradables, mugrientos, muy sucios, exageradamente cochambrosos, llenos de churre, asquerosamente hediondos. Desde el grotesco payaso de postura erguida y abdominales de acero, hasta la octogenaria de pelo lacado y pezones como el timbre de un castillo. Todos hemos liberado nuestra presión vesicular con una sonrisa de imbécil en el rostro. Unos con oficio, disimulo y alevosía. Otros con descaro, desvergüenza, aprovechan que están sumergidos hasta medio cuerpo para contraer la pelvis y liberar con insolencia lo que sus riñones doctamente han fabricado.
Ni siquiera la falsa leyenda urbana, perversamente concebida por los pelirrojos, de los líquidos químicos de colores reactivos puede hacer frenar esta extendida práctica veraniega.
Hagamos un ejercicio de humildad y honradez y reconozcamos sin pudor que todos somos culpables de perpetrar este delito urinario. Entonemos con la cabeza alta el Mea cupla.

Yo me he meado en la piscina, ¿ Y qué?



miércoles, 18 de mayo de 2011

EN BUSCA DE LA SETA PERDIDA

Salí de la  ducha tapado de cintura para  abajo con  una diminuta toalla salpicada por supuraciones. Me miré  al espejo. Quería  ver mi cara. Negué espontáneamente con la cabeza. Comprobé  la  aberración personificada en mi rostro infestado de pústulas, desfigurado, giboso y deforme. Unos  rasgos que jamás podrían desprenderse de mi ascendencia simia. Rabia. La rabia se apoderó de mi cuerpo. No pude evitarlo. Enfurecido  golpeé  el  espejo con el  puño  cerrado. ’Crash Crash’, crujió bajo  mis  nudillos. Un  chorro  de sangre  comenzó  a fluir resbalando en línea  recta  hasta la repisa de cristal. Apreté  el  puño contra el espejo  haciendo  más fuerza con mi brazo hasta  que  un dolor agudo me hizo retirar los dedos ensangrentados. Decenas de diminutos cristales agujerearon  mi  leprosa  y mórbida piel. Me  sentía  vulnerable y tremendamente deprimido. Impulsivamente cogí  un  blíster de pastillas antidiarreaicas,   saqué tres y las engullí; a palo seco. Una de  ellas se atravesó en mi garganta causándome una molesta sensación de asfixia. Me acerqué al botiquín, y de  un trago, me bebí media botella de agua oxigenada.
Me  vestí  apresuradamente un sucio mono azul de mecánico, agarré un bastón y una cesta de mimbre y salí de mi casa. Tomé la carretera y, un rato más tarde, un camino, hasta que llegué a un pinar. Silenciosamente cogí de mi cesta, con extremada cautela, con sigilo, sin hacer ruido, un tetra brik de néctar de naranja. Era zumo concentrado. No quería desconcentrarle. Lo bebí de un sorbo. Me adentré en el bosque. Ni arbustos aplastados, ni marcas de huellas en el suelo. Estaba claro que hacía tiempo que nadie pasaba por allí. Era una buena señal. Los troncos de los árboles eran gruesos y de formas retorcidas. El aire formaba un silbido especial al chocar contra las largas hojas y la temperatura era confortable. El estruendoso piular de un Carpintero Real rompió el silencio sepulcral del bosque. Era un bellísimo ejemplar en peligro de extinción. Su elegante plumaje era negro en la mayor parte del cuerpo, con refinadas rayas blancas. En la cabeza, ostentaba un llamativo y primoroso copete rojo. Su pico, largo y afilado, era de color blanco marfil. Custodiaba su nido en el hueco de un sobrio abeto. Cogí un pedrusco y lo apedreé con certera puntería. Las raíces se extendían por el suelo, lamiendo la verdosa superficie, apareándose como fértiles animales ansiosos de descendencia. Las ramas se elevaban clamorosas hacia el cielo. Me adentré en las entrañas del boscaje. De tanto en tanto me paraba. Aparté con el bastón la capa de pinocha seca y descubrí níscalos. Me agaché, los recogí y los metí en la cesta. Más allá encontré lactarios. Con mi viejo cuaderno y un lapicero desgastado me detenía periódicamente para dibujar las setas que tapizaban el camino y murmuraba singulares vocablos con solemnidad eucarística: 'Gyroporus Castaneus'.
Seguí andando y, en un encinar, encontré rebozuelos, oronjas y agáricos. La recolecta de la bucólica y mística experiencia de la vendimia micológica era generosa.
Decidí, para concluir mi jornada de acopio, recorrer las campas bajas de la zona, feudo de algunas setas de cardo, y sobre todo, muchas senderuelas.
Y allí lo enontré. Un ejemplar único, magnífico, fastuoso, opulento, de  quetotaxia dorsal elegante, forma fálica, no barbulado en la parte distal de la cara ventral de la tibia palpal, de asombroso parecido pénico: el boletus penicus no circundidatus.





miércoles, 11 de mayo de 2011

LA JODIDA DECLARACIÓN DE LA RENTA

Ayer recibí una carta con el membrete más sobrecogedor, el de la Agencia Tributaria. Abrí el sobre. Me tiritaron las manos, mi pene se encogió atrozmente, me cambió el color de la cara y las axilas destilaron  profusamente fantaseando con la tenebrosidad de la tormenta que se avecinaba. Era el borrador de la declaración de IRPF del ejercicio 2010. El maldito fisco me obliga a pagar 1.226 €.
Y es que como todos los años, la primavera arriba acompañada, además de por las pavorosas alergias y las astenias, por la jodida campaña de la declaración de la renta. Temida por la mayoría, los que les tocará pagar, y esperada por otros, a los que les devolverán dinero, prácticamente todos nosotros tenemos la obligación de hacerla. 
Evidentemente, lo ideal es aprovechar las ventajas de las nuevas tecnologías para realizar el proceso de la forma más sencilla y rápida. Para una gran mayoría de trabajadores, el borrador que envía Hacienda, pese a ser erróneo, inexacto, defectuoso e inventado en el 99,9 % de los casos, es más que suficiente y, en caso de estar de acuerdo con él, incluso podemos confirmarlo a través de SMS.Pero muchos otros, tenemos datos que no están incluidos en éste y que debemos reflejar en la declaración. En este caso tenemos un par de opciones. Una es realizar la declaración nosotros mismos, para lo cual Hacienda ofrece el programa conocido burlescamente como PADRE. La otra opción es que la declaración la realice un gestor, algo recomendable en caso de que tengamos dinero y que nuestra declaración sea compleja y no queramos liarnos demasiado o  perder el tiempo con ella.
Pero centrémonos en el divertidísimo 'programa PADRE'. Sin duda el perito progenitor de dicho programa pensó que el resto de mortales éramos técnicos tributarios.
Sentado frente a  mi viejo ordenador, con la calculadora en la diestra, y un puñado de desordenados papeles en la zurda, inicié la cumplimentación de mi declaración de la renta nutriendo las primeras casillas con información simple: NIF del declarante, primer apellido, segundo apellido, aficiones, domicilio, grupo sanguíneo, estado civil, frecuencia excrementicia, sexo, etc... Este proceso apenas revistió dificultad. Llegué al apartado de rendimientos del trabajo. Pese a la congoja y desconsuelo que me suscitó detallar las cuantías percibidas por retribuciones dinerarias, y al enojo y cabreo al especificar las pertinentes retenciones, esta fase fue tremendamente sencilla. Proseguí con los rendimientos del capital mobiliario. Dicha información me la facilitó mi entidad financiera. Las lágrimas humedecieron mis ojos al comprobar la fortuna que mi banco en estricto cumplimiento de sus obligaciones abonó en mi cuenta en concepto de intereses y dividendos. ¡Gracias La Caixa!, ¡Os quiero!.
Arribé a la siguiente sección. Integración y compensación de pérdidas y ganancias patrimoniales imputables al 2.010. Rendimientos irregulares negativos pendientes de compensación procedentes del ejercicio 2.005. ¿ Qué cojones significa esto?, me pregunté mientras el sudor empezó a colonizar mi seboso cuerpo. Aquel perturbador y arrítmico enunciado me impidió pensar con claridad. Empecé a inquietarme. Incapaz de descifrar aquella casilla, proseguí con el siguiente capítulo. Determinación de los gravámenes estatales y autonómicos. Importe de las rentas obtenidas que están exentas del IRPF, excepto para determinar el tipo de gravamen aplicable a otras rentas. Importe de las cuotas líquidas y deducciones a las que se han perdido derecho. Los testículos se me achancaron y los escalofríos recorrieron mi espalda erizándome el vello axilar. El maldito cabrón que había concebido aquel enunciado, quería putearme. El miedo me atenazó la boca del estómago, entrecortado por el monótono palpitar de mi corazón acelerado. Me tambaleé. Angustiado, decidí pasar a la siguiente cuestión. Deducción por doble imposición del régimen de transparencia fiscal internacional e imputaciones de rentas derivadas de la cesión de derechos de imagen. ¡Maldito cabrón!. Se estaban burlando de mí. Intenté serenarme mientras mi cerebro tejía una audaz fórmula para resolver aquel oprobio. En un momento de sosiego, imprimí el formulario y mecánicamente empecé a cumplimentarlo manualmente. Aquel listillo se iba a acordar de mí. Utilicé números binarios, romanos y fracciones periódicas para la confección de la jodida declaración. Y redondeé a mi favor.




domingo, 8 de mayo de 2011

CONSULTORIO DÖCTOR PREPUZIO VII

Jona Rudilla Garcia Apreciado doctor Prepuzio, porque cuando nos sonamos los mocos, miramos el pañuelo, es que esperamos encontrar berberechos? Es una pregunta de vida o muerte, gracias

Apreciado Jona,

No es decoroso fruncir la nariz. También es descortés y mugriento removerla; ni siquiera hay que tocarla, ni con la mano ni con los dedos desnudos. La sociedad exige tenerla limpia, siendo muy vil y ruin dejarla llenarse de moco, ya que la nariz es el honor y la belleza del rostro, la parte más aparente de nuestro cuerpo y debe mimarse como si fuera tu propio falo. Consecuentemente debemos sonarnos con asiduidad cuando notemos cargadita la cavidad nasal. Pero la verdadera cuestión es.. ¿ Quién ha dicho que debamos utilizar pañuelo para sonarnos? Si al fin y al cabo, las secreciones y flemas nasales serán burdamente utilizadas como tentempié.


Mary Nomen dctr prepucio tengo una pregunta k si no me responden no se k are... como nacen los caracoles??????????


Apreciada Mary,
Caracol es el nombre común de los moluscos gasterópodos provistos de una concha espiral. Hay caracoles marinos (a veces denominados caracolas), dulceacuícolas y terrestres. Existe también Sopa de Caracol, lamentable y desdichado álbum del funesto grupo musical Banda Blanca, pero esa es otra historia...Los caracoles son impúdicos, babosos, repulsivos, hediondos y hermafroditas. Por lo tanto, producen tanto espermatozoides como óvulos. Están equipados de un pene y del órgano receptivo correspondiente. Qué envidia…No veas como disfrutaría si yo lo fuera...No obstante, no pueden autofecundarse, por lo que se necesitan dos ejemplares para la inseminación. Por lo tanto, no hay desarrollo larvario y este simpático animalito pone huevos bajo tierra. El nacimiento de estos gasterópodos es habitualmente natural y en raras ocasiones debe realizarse cesárea y/o utilización de fórceps.




viernes, 6 de mayo de 2011

ESTRENOS CINEMATOGRÁFICOS


Agencia Efe.

En el extenso y variopinto currículum de Anastasio Prepuzio Glande (25 de Febrero de 1974, un vertedero de Barcelona) figuran las etiquetas de mamporrero, sexador de pollos, trilero, limpiador de chicles, traficante de cobre, doblador de películas porno, catador de detergentes,  empedernido coleccionista de cómics,... y un largo etcétera que reluce a la luz del mérito que le ha hecho ser quien es: un solemne capullo. Este hombre, romántico, feo, mordaz, inteligente y virtuoso de la vuvuzela, se adentra en el mundo del cine como director y protagonista en “Tiburón VI”, una adaptación cinematográfica del libro de Peter Benchley .
La película, una coproducción congo-zambiana, aborda el horror y el pánico de los habitantes y turistas de la Costa Brava al llegar un tiburón blanco de grandes dimensiones.

TITULO ORIGINAL: Jaws VI.
TITULO HISPANO: Tiburón VI.
TITULO EN ARMENIO: ՇԱՐԿ
GENERO: Terror / Ciencia Ficción.
PAIS: Zambia-República del Congo.
DURACION: 111 Minutos.
AÑO: 2011.
ESTRENO EN CINE: 7/06/2011.
DIRECTOR: Anastasio Prepuzio.
INTERPRETES: Anastasio Prepuzio.
FOTOGRAFIA: Con Polaroid de 2ª mano.
SINOPSIS: El jefe de policía de una pequeña isla, alcoholizado, putero, feo y halitósico, tiene la sospecha de que un tiburón merodea por sus costas, tal como ocurrió tres años atrás. Para las autoridades locales es una mala noticia ya que ahuyentaría al turismo. Pero el tiburón, que ha sufrido espeluznantes mutaciones genéticas, hace acto de presencia provocando el pánico y el terror.
CRITICAS:
-" Anastasio Prepuzio nos ofrece su film más inteligente". THE NEW YORK TIMES.
-"Fascinante. Un thriller sorprendente que mantendrá al espectador en vilo durante toda la película". FINANCIAL TIMES.
-"Claustrofóbica, macabra, desasosegante...La mejor historia de terror desde Lo que el Viento se llevó". MISTER GUAU.
-" No apta para micropenes. El final sorprenderá a muchos espectadores". SUPERPOP.
-" Anastasio Prepuzio demuestra su virtuosismo al ofrecer una innovadora y curiosa entrega del clásico Tiburón. " EXPANSIÓN.
-" Joder! Como ha cambiado Tiburón! " PLAYBOY .






martes, 3 de mayo de 2011

LA FASCINANTE EXPERIENCIA DEL TACTO RECTAL

El tacto rectal es una confortable, placentera y sencilla exploración del recto, de alta rentabilidad diagnóstica en la evaluación de la Hipertrofia  Benigna  de  Próstata   (HBP)   y  otros  procesos ano-rectales; permite la exploración del esfínter anal, columnas hemorroidales, ampolla rectal, próstata y, en ocasiones, de las vesículas seminales y de la base vesical. En algunos ambientes existe cierta mitificación sobre las molestias que pueda ocasionar. Existen también infundados perjuicios vinculados al dolor, a la ‘falta de hombría’, y a la dificultad de interpretación que, pretendo hacer olvidar en lo posible, con este post. 
Veamos cual es la técnica empleada en esta placentera inspección perineal. A continuación procedo a detallar unos sencillos pero versados consejos, exentos de tecnicismos, que nos ayudarán a practicar con éxito esta inofensiva y amenizada exploración a familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo.
El tacto rectal debe realizarse, a ser posible, con guante de cocina abundantemente lubrificado. Se admite guante de carnicero o jardinero. Es tremendamente importante que se recree un ambiente relajado y se evite la turbación del paciente; la tensión emocional hace que el esfínter se contraiga y que la maniobra puede resultar atrozmente dolorosa. Baladas de “El Fary “ o decorar las paredes con múltiples espejos pueden ayudar a crear una atmósfera sosegada y apacible. Si esto ocurre, el paciente mostrará cierta disposición ante la posibilidad de tener que repetir la exploración e incluso existen casos de pacientes que voluntaria y gozosamente repiten dicho reconocimiento.
No es infrecuente notar numantina 'resistencia' del enfermo, sobre todo si se trata de una persona joven, a la que las glándulas testiculares se le ponen por corbata. En ocasiones, también los pacientes de tercera edad plantean cierto pudor si la exploración se la va a realizar una atractiva mujer. En cualquier caso, un manejo hábil de la situación, restándole la importancia que no tiene o mostrándoles macrodedos ortopédicos, suele resolver este inconveniente cuando se plantea. Es importante empatizar con el enfermo, no dar excesiva importancia a la exploración que se va a realizar, e informarle someramente qué se le va a hacer y porqué, dándole todo tipo de detalles, haciéndole con ello partícipe del rastreo rectal. Puede ser de gran ayuda obligar al paciente a cantar una tierna canción.
El dedo que suele permitir un mejor reconocimiento de la cavidad anal es el índice. Algunos utilizamos por hábito el dedo corazón de nuestra mano dominante, obteniendo también mayor comodidad en la auscultación. Y los peritos en esta técnica, utilizan el meñique. La situación del intrépido explorador debe ser a la derecha del paciente si es diestro, y a la izquierda, en caso contrario.
Existen distintas  maneras  de  colocar  al  paciente, pero yo aconsejo la denigrante postura Decúbito Supino. Tiene incuestionables ventajas: permite la exploración abdominal y genital, sin tener que movilizar nuevamente al paciente, y posibilita el azote de brutales collejas sin riesgo de ser repelido por el enfermo. Seguidamente se le indica que flexione humillantemente las rodillas y las separe, lo que permite un fácil acceso al periné y al recto. Llegamos así al culminante y sórdido momento del frotamiento anal: La penetración del dedito. 
La introducción del dedo debe hacerse lentamente, con inicial presión suave con la yema del dedo sobre el orificio oscuro para acabar penetrándolo hasta la decimoctava falange. Es conveniente recrearse en esta oprobiosa fase: contemos chistes, recitemos poesía o susurremos psicofonías en alemán.
Con un vejatorio bofetón en la nalgas, comunicamos a nuestro paciente que la exploración ha concluido.






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