Yo hago una regresión a la infancia en los momentos difíciles. Recuerdo como tocaba como un imbécil la flauta los domingos por la mañana. Rememoro con tristeza como llevaba un parche en el ojo derecho por el jodido astigmatismo. Recuerdo como el cura de mi barrio se tomaba en serio aquello de "dejar que los niños se acerquen a mí." Rememoro con espanto cuando descubrí un incendio cagando en el bosque. Evoco como quedaba atascado al saltar el potro en la clase de gimnasia. Me acuerdo de muy pocos juguetes de mi desoladora infancia. De hecho mi perverso cerebro rememora multitud de recuerdos infantiles especialmente los que hacen referencia al sexo. No sé si es por la austeridad de mi familia, que no solía abarrotarnos de muñecos, balones, legos y otros, o porque definitivamente no me interesaban demasiado. Sólo recuerdo que siempre para las Navidades me frustraba enormemente porque se me ocurría pedir los regalos más inverosímiles, absurdos y anormales, y mi pobre y fea madre, o sufría como loca buscándolos, o simplemente no me pescaba y optaba por el regalo que a ella le parecía más apropiado. En una de aquellas miserables navidades me regalaron un traje de Abba y el famoso el Rubicub. Y me hicieron un desgraciado. Los Reyes Magos me atacaron con su tosca ironía y les respondí con mi fina indiferencia. Desde entonces he intentado resolver el poliedro, con escaso éxito.
El cubo Rubik o el “ Que te den cubilete!!!! “, (como es conocido entre los que jamás hemos logrado terminarlo ) es un estúpido e inútil rompecabezas mecánico inventado por el escultor y profesor de arquitectura húngaro Ernö Rubik en 1974. El muy jodido tras intoxicarse con cicuta por aburrimiento, y con esa sonrisa diabólica cuando los planes salen bien, ingenió un cubo cuyas caras están divididas en cuadros de un mismo color, los cuales se pueden mover. Fueron muchos los que le practicaron vudú haitiano. Por cabrón. Su mecanismo es sencillo desde un punto de vista mecánico, cinemático e hidrodinámico, pero atroz y complejo de cojones en las combinaciones que se consiguen al girar sus malditas caras. El nº de combinaciones posibles del dichoso aparatito es de cuarenta y tres trillones doscientos cincuenta y dos mil tres billones doscientos setenta y cuatro mil cuatrocientos ochenta y nueve millones ochocientos cincuenta y seis mil. (43.252.003.274.489.856.000). Casi nada.
El cubo Rubik o el “ Que te den cubilete!!!! “, (como es conocido entre los que jamás hemos logrado terminarlo ) es un estúpido e inútil rompecabezas mecánico inventado por el escultor y profesor de arquitectura húngaro Ernö Rubik en 1974. El muy jodido tras intoxicarse con cicuta por aburrimiento, y con esa sonrisa diabólica cuando los planes salen bien, ingenió un cubo cuyas caras están divididas en cuadros de un mismo color, los cuales se pueden mover. Fueron muchos los que le practicaron vudú haitiano. Por cabrón.
Así que me pregunto...¿Seré imbécil ?; Ante tal infinidad de posibilidades ¿ No soy capaz de completar el detestable cacharro ? ¡La madre que me parió!; Ya estoy cansado de desencolar las malditas pegatinas de colores!...Ando irritado al ver a mi sobrino solucionando el maldito hexaedro en 10 segundos!... Y estoy convencido que, utilizar brutalmente el martillo contra el exasperante poliedro de colorines, no es la solución...
¿ Para qué complicarnos la vida?
Es por ese motivo que, tras interminables experimentos de ingeniería mecánica, decidí crear el "EASY CUB" una fascinante, pedagógica y mejorada versión del conocido cubo mágico, ideal para los que nunca conseguimos finalizar el RUBIK CUB.
¿ Para qué complicarnos la vida?
Es por ese motivo que, tras interminables experimentos de ingeniería mecánica, decidí crear el "EASY CUB" una fascinante, pedagógica y mejorada versión del conocido cubo mágico, ideal para los que nunca conseguimos finalizar el RUBIK CUB.